Asombra el reciente resultado del impagable trabajo del concejal de Seguridad Ciudadana, Protección Civil, Tráfico y Medio Ambiente , D. Ángel Gutiérrez, el mismo que permite, a día de hoy, la basura acumulada y degradación por el tráfico rodado de la playa fluvial de Guillarei que ilustramos con las fotografías del margen, por poner un ejemplo de gestión eficaz desde la jamonería. El parto con gestación de meses ha sido una ordenanza sobre tenencia y custodia de animales domésticos, fruto de sus desvelos y tenacidad, según sostuvo en el pasado pleno, aunque tomada directamente - dos minutos a lo sumo de creativo corta y pega - de la aprobada en 2003 para Santiago de Compostela, una ciudad con evidentes paralelismos socioeconómicos y urbanísticos con nuestra sufrida Tuy.
A falta del enlace al texto en la web del concello, ofrecemos el de la capital gallega que, al fin y al cabo, viene siendo el mismo si Vds. eliminan el artículo 12 y alguna que otra alusión a funciones que competen a la perrera municipal que posee el concello santiagués.
Descubrirán de este modo que, cuando se apruebe esta ordenanza, a menos que entre el período de alegaciones y la aprobación definitiva nada cambie - por lo que animamos a que, si son de nuestra opinión presenten en el concello el escrito correspondiente-, descubrirán, decíamos, que será obligatorio para todos los perros, todos, el uso en vías y espacios públicos de correa y bozal ( Art. 10).( Recordemos que los pertenecientes a razas potencialmente peligrosas disponen de su propia normativa de carácter estatal y autonómica)
Bozal para todos. Esa obsesión que comenzó en el entorno antiperro del náutico (v. también aquí) y se extendió a lo alto de la ciudad. Una curiosa patología de la sensibilidad. De esta forma, mediante el uso obligatorio de este elemento, nos convertiremos en una ciudad de referencia, al fin, en el entorno gallego, español y seguramente europeo (les invitamos a visitar algunos enlaces a ordenanzas que no establecen semejante disposición y recopilados más abajo de los concellos de Vigo, Villagarcía, Coruña, Baiona, etc). Una ciudad en la que podrán suceder dos cosas: que las calles y parques se conviertan en un escalofriante thriller de perros embozados, aviso para los futuros propietarios de mascotas de que mejor se trasladen a vivir y disfrutar de ellas a concellos limítrofes, o bien, por el contrario, que, como es costumbre, todo siga igual y la norma se aplique según la arbitrariedad que la convierta en herramienta para otros fines que la justicia.
Quienes consideramos el trato a los animales una escala y medida más de nuestra humanización y civismo (no en vano la historia del hombre corre en paralelo con su capacidad de convivencia con ellos), quienes vemos en su trato un camino y oportunidad para mejorarnos, un desarrollo de nuestra afectividad, no podemos permanecer impasibles ante esta medida que convertirá nuestra pequeña ciudad en una vergüenza para habitantes y foráneos, incapaz de asumir el grado de civilización que nuestro siglo debería saber disfrutar y proteger.
Por ello, invitamos a presentar alegaciones y plantearnos una concentración con los canes, en las puertas del concello si fuese necesario. Próximamente proporcionaremos un modelo en PDF para tratar de, entre todos, hacer ver al concello que nuestros perros no son más peligrosos o molestos que los del resto del mundo, y veremos qué nos depara el futuro.
________
He aquí algunos de los enlaces a ordenanzas semejantes de algunos concellos gallegos que ofrecen esta información en sus webs, en los que NO EXISTE LA OBLIGACIÓN DE USO DE BOZAL (sólo la hemos encontrado en Santiago y, si no se remedia, Tui):
-Baiona
-Vigo