Y sí que resulta agradable a la vista que se haya descubierto el complejo concepto de ajardinamiento y se aplique en el entorno canófobo del Naútico, sólo hay que esperar que se extienda tan grato ejemplo.
Y qué decir de la carta que hemos recibido los vecinos con su tríptico informativo sobre ayudas a la rehabilitación e informando de la próxima peatonalización del casco. Hace unos meses no nos lo habríamos creído, pero las cosas, algunas, han cambiado. Se riega con frecuencia el césped del paseo y se publicita el bando (también en la web) sobre decoro de las fachadas, se acomete la limpieza de las murallas y se prevé su reconstrucción-acondicionamiento. Se habla al menos del Teatro Principal y su futuro. Se renuevan la señales mientras esperamos, ansiosos, descubrir la inteligencia de los bolardos...
Pues habrá que felicitarse y felicitar a quienes han dejado caer estas gotas, estas salpicaduras de esperanza. Y no olvidar el PEPCHA que viene, ni los eternos problemas de la movida y sus pubs-cafetería, ese novísimo concepto jurídico con horarios de panadería consentidos, ni esos cables eléctricos sin soterrar, ni las necesarias y ausentes ideas para dar vitalidad y contenido a nuestro viejo casco.
Y no, no hemos conseguido nuestro trabajo en la dichosa web, aunque haya cambiado de color e incluya al fin los plenos y algún que otro PDF: no se vayan a pensar que este pequeño panegírico de lo que, aún siendo lógico y del más elemental sentido común, escaseaba en nuestro concello, es el pago por el nuevo cargo. Simplemente pensábamos que también había que decirlo. Al César lo que es del César.
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