En efecto, los hechos son otros. Hablan por nosotros las más de cien imágenes subidas a este blog, las denuncias de ciudadanos que ya no saben a dónde dirigir su impotencia e indignación, dónde desahogar su desesperanza.
Los votos son los votos y reflejan, qué duda cabe, la voluntad popular y nuestros representantes son el reflejo de una ciudadanía que, en general, vive de espaldas a estos y otros problemas. Podemos ser, desde aquí, políticamente incorrectos, es decir, hablar con franqueza, y afirmar claramente tal cosa. Poco importa a demasiada gente cuanto aquí denunciamos habitualmente, tanta demostración de tanta insensibilidad y desinterés, tanto impudor. Se diría que basta a menudo con un poco de asfalto y hormigón, una farola en el lugar preciso o algún pretendido favor, para dar el apoyo a quien toque. Así nos parece.
Los hechos, decíamos, son otros. Mejor no pensar en el elenco de destrucción de nuestro patrimonio irremediablemente perdido y procurar, en lo posible, no avergonzarnos de nuevas barbaridades que legaremos a nuestros hijos, que permanecerán en la memoria de las nuevas generaciones como ejemplo de nuestra ignorancia, nuestro desprecio y, tal vez, nuestra ambición más inconfesable.
Así llegamos, en este pesimista caminar, al nuevo PXOM del que destacamos un nuevo y gravísimo deterioro urbanístico para el casco, ya denunciado en su día en diversas publicaciones (cf. infra), que apuntilla el deprimente efecto del edificio Beira Miño, un ejemplo de lo que nunca se debería permitir en el entorno de nuestra zona monumental que, no lo olvidemos, presenta un perfil visual y panorámico que, en lo posible, ( y hoy sobran instrumentos que lo permiten: bastaría con una voluntad política decidida y sensible) merece ser protegido y realzado: el casco viejo es una colina rocosa, con la imponente fábrica de la catedral en lo alto y sucesivas construcciones en bancadas hacia el Miño. Una fisionomía urbana que forma parte del conjunto arquitectónico, como unidad indisoluble, de modo que éste no puede entenderse simplemente como una aglomeración de edificaciones sino que su estructura, su ordenación y emplazamiento también forma parte de su condición de ciudad medieval: el todo no es la suma de sus partes desligadas.
Manténgase lo dicho como telón de fondo para lo que sigue:
El actual PXOM permite la construcción, enfrente del Beira Miño, de otro edificio de siete pisos, tres desde la rasante de la carretera, destinado a 77 viviendas -mucho dinero, qué duda cabe-, que crearía una pantalla, una barrera devastadora ante la ciudad antigua en una de las pocas panorámicas que desde una carretera de llegada, puede disfrutarse (véanse las imágenes adjuntas de las infografías realizadas por el arquitecto J. Quiroga), además de contribuir al absoluto desfiguramiento de la colina, núcleo de la ciudad, erguida desde el cauce del río Tripes.
El edificio proyectado tiene ya una larga historia que no debe caer en el olvido: su licencia fue concedida en los tiempos de la alcaldía de Miguel A. Capón Rey y, a la espera de la definitiva aprobación del nuevo plan, que ahora le concede su venia, acecha ya para consumar una afrenta que no deberíamos permitir. Sus daños serán perdurables y la responsabilidad y la conciencia nos reclama, a la vista de que, en lo relativo al PXOM, todo parece perderse en una nebulosa de inevitabilidad que algunos grupos políticos han asumido sin más.
Los responsables municipales han dicho ya su última palabra y una vez que desde la consellería competente se otorgue el visto bueno -esperemos de su parte una mirada más inteligente y cuidadosa, ya que sabemos de distintas objeciones puestas al proyecto a lo largo de la tramitación, que sin embargo se han ignorado-, la maquinaria comenzará a rodar. Así está la situación.
Volvemos al principio, a nuestras primeras palabras y recordemos qué necesita Tui: sensibilidad y responsabilidad en sus munícipes. Sensibilidad y responsabilidad en sus votantes. Más que nunca.
[Ofrecemos para una mayor y detallada información, dos artículos publicados en su día por J. A. Quiroga y que, todavía hoy, por desgracia, son de la mayor actualidad. Y urgencia.]
E co Tripes que faran?
ResponderEliminarCo Tripes?
ResponderEliminarCando veña unha chea asulagará un ou dous andares do edificio.
Procurarán subilo da rasante actual. Hai camións descargando escombro con certa frecuencia e ninguén lles dí nada. Red natura? ámbito de respeto do río. Ja!. Denuncia dos da oposición? JA!
ResponderEliminarA culpa será da oposición!
ResponderEliminarQue costume de non "meterse en política" cando se trata do goberno e botarlle a culpa á oposición....
Pero, ¿quién echa escombro en esa zona? Siguen haciéndolo ... ¿por qué se lo permiten?
ResponderEliminarEl Concejal de Cultura, Sr. Moisés Rodríguez, afirmó en un reciente pleno (en su papel de Alcalde accidental por no poder asistir el Sr Rocha), que verter escombros en ese lugar es ILEGAL. Esos escombros siguen allí a día de hoy y parecen aumentar dia a dia. Si no es responsabilidad del Concello, sí debería remitir denuncia al organismo competente. Este silencio lo hace complice de un posible delito ecológico.
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