Este es el estado de una toma de incendios de la calle Cuenca. No es una anécdota: lleva así meses y meses, de hecho, debido a su instalación defectuosa que hacía saltar la tapa con el tráfico de la calle (otra historia de la que hay mucho que hablar), los ocurrentes responsables la sellaron con no se sabe muy bien qué. El resultado estuvo a la altura de la chapuza: durante un incendio de una casa desocupada metros arriba, los bomberos tuvieron que desistir de utilizarla y, empalmando mangueras, obtener el agua de otra a la altura de la Comandancia. Esto es el resultado de la incompetencia que, como puede verse, sigue de manifiesto. Alguna persona ya ha caído en la trampa y estamos temiendo que ocurra cualquier desgracia. Avisados quedan.
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