La verdad es que ya viene siendo hora de ponernos manos a la obra y decidirnos a dar un poco de dignidad a nuestra oficina-sauna de turismo, todo un símbolo de un bochornoso sentido de la estética. Son tiempos estos en los que así recibimos a nuestros visitantes, esos de los que luego nos sentimos tan orgullosos en números y estadísticas. Nadie se merece semejante recibimiento y sobran ejemplos cercanos de decoro. Ningún ciudadano puede sentirse orgulloso de semejante indecencia y así nos lo hace saber un lector con esta imagen que tituló sauna con tubo de escape y suponemos, acabó con su plácido café.
( Nótese, ya puestos, un buen ejemplo de dos tipos de estacionamiento al que estamos acostumbrados ante los ojos de nuestros hacendosos municipales. Falta el tercer tipo, next to farmacia)
Oxímoron donde los haya: una sauna con aire acondicionado, he aquí la estética postmoderna de una de las primeras vistas del turista. Hasta miedo da el asomar de este rabo sintético y zumbón que parece anunciar la presencia, en su choza de madera, de algún monstruo cibernético agazapado y somnoliento que mantiene secuestradas, tras el mostrador, sofocadas princesas de lejanos planetas...
En este primer mes de la Nueva Era, seguimos aquí, entre calores , esperando algo más que buenas intenciones.
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