Intramuros apoia a Plataforma Cidadá Son de Tui na idea de que o seu proxecto é a resposta necesaria aos problemas que sufre o Casco Histórico de Tui dende hai moitos anos e que vimos denunciando no noso blog. Seguimos abertos ás propostas de todos, á vosa participación.



24/9/14

Choricitos

Cuando reciban la habitual respuesta de que no hay dinero de quienes tienen la responsabilidad de gastarlo con honestidad y eficiencia recuerden, entre otros, el caso de los choricitos.

Una asociación motera visita nuestra ciudad el 30 de agosto,  son 350 participantes y nuestro alcalde seismileurista y sonriente los recibe con amables palabras en compañía del Presidente de la Cámara de Valença. El programa se detalla en la web del concello:



Programa previsto sábado 30 de agosto:10:30  Ruta ata Tui.12:00  Recepción das Autoridades na Praza de San Fernando, visita á Catedral e conxunto histórico13:30  Ruta pola vella ponte internacional ata Valença14:00 Xantar típico portugués na "Quinta do Prazo". 17:00  Saída cara Vigo.20:00  Espectáculo sorpresa con sorteos e recepción Autoridades.21:00  Cena de gala


Imagen de Infominho.com

 Ignoraban ellos que los tudenses les teníamos preparada una grata sorpresa no incluida en el programa hecho público: pinchitos. El servicio de catering ofrecido en el claustro dela Catedral, con un sencillo menú compuesto por tortilla, empanada, choricitos, embutidos, aguas, vino, cerveza y refrescos nos costó 1925 €.  Son malos tiempos y no pudimos incluir el ibérico o los langostinos.

Tras el aperitivo, los moteros comieron en Valença. Una espléndida inversión turística. Generosos que somos.  

Afortunados

Estamos de suerte. En el Paseo Fluvial, ese lugar excepcional que debería lucir cuidado y mimado  para gozo de todos, asistimos a la colocación de nuevos artefactos que vienen a incrementar una de las más altas concentraciones por metro cuadrado de utillería en latón en el Baixo Miño. Y decimos que somos afortunados porque en esta ocasión la Diputación, esa madre benefactora, sólo nos ha enviado, según parece, un tobogán y una tirolina. De no ser así,  habría que empezar a cortar árboles para hacer sitio al generoso torrente de mecanismos que al estilo de la más surtida chatarrería se acumularían en el entorno. 

Es lo que hay. 

Cuando no se tienen líneas claras de actuación, objetivos, planes o como quiera llamársele a esa encomiable virtud de los animales humanos, se actúa a base de remiendos, improvisaciones y retazos según la ocurrencia y gusto del que pasaba por allí. Mientras tanto, sobrevive como puede la belleza del lugar luchando contra el mal gusto y el abandono, que uno ya no se sabe si será mejor. 

Prueben si no:  desde el Náutico por esa tarima sin mantenimiento, como las baterías de coche, pasen por el socavón que acecha desde hace más de seis años, a cuyo pie se alza tembloroso, temiendo ser engullido, otro parque infantil - cosas de la Diputación del año pasado- ,esquiven tablas móviles en zozobra náutica y amenazantes clavos, un buen recorrido para el tren chu-chu del horror.
La parada en la plaza central de las escaleras que bajan de la Estrella, permitirá disfrutar de la vista de inquietantes plásticos y tubos negros sobre algunas de las terrazas antaño cubiertas de zarzas y cañas. Es un escenario dantesco al pie de las murallas que nos prepara para alcanzar, unos metros más allá, el mato grosso rebelde -hasta empieza a ser simpático- que ahoga el siguiente tramo, derrumbándose año tras año. En las orillas del río, los restos del césped cortado por expertos jardineros. El final es apocalíptico: tirolina y supertobogán dan la entrada al parque infantil, razonable en sus inicios, que ahora se prolonga hasta una de las pistas de skate mejor apañaditas de España, allí en su atronadora esquinita por falta de sitios, claro. El quiosco de Germán marca el final de este recorrido. Más allá todavía reina la madre naturaleza y la mano del hombre inepto aún no se ha posado.
Lo dicho: estamos de suerte. Tobogán y tirolina. Crucemos los dedos.