Después de tantos meses, a veces años, con esas pequeñas cosas, fáciles de solucionar, pero que sumadas daban ese aire de abandono y suciedad al casco, llega ahora esa actividad febril electoral a nuestras calles. No dejamos de agradecerlo, naturalmente, pero ello no impide que recelemos de tanta dedicación momentánea tras años -y no exageramos- de dejadez. Bastaba haber querido, esta es la prueba, pero todo tiene su tiempo y todavía no hemos perdido la memoria...
No hay comentarios:
Publicar un comentario