La rehabilitación en Tui: misión imposible

Reproducimos aquí un interesante artículo elaborado por Xeitos e Feitos y aprovechamos para animaros a colaborar. (Podéis remitir artículos, fotos, etc a nuestra dirección de correo, en la columna de la izquierda) :

Antes de entrar en materia, quiero hacer una aclaración para así evitar posibles malos entendidos. Me gusta el enfoque de esta página (Somos un grupo de ciudadanos …) y así lo manifiesto abiertamente. No son interesantes los casos particulares, aquellos que se pueden contar con los dedos de una mano, podíamos tacharlos de insignificantes, mencionarlos nos rebajaría a meros cotillas. Sólo son relevantes cuando dejan de ser anecdóticos y se convierten en norma. No afectan ni señalan a un individuo determinado,sino a un colectivo. Ese es el enfoque que me gusta, una visión amplia de un problema que nos atañe a todos.

Dicho esto, quiero hacer referencia a una campaña informativa llevada a cabo por el Ayuntamiento de Tui en el año 2006. La intención, dar a conocer la oficina del ARI, cuales eran sus competencias ,y la existencia de unas subvenciones para la rehabilitación de las viviendas del casco histórico. Para ello se elaboraron unos folletos informativos, que iban acompañados de una carta explicativa dirigida a cada uno de los propietarios. Muestro dicho folleto y la carta ,que a lo mejor hay alguien que aún la tiene guardada en el cajón.

Del folleto, a mi parecer, no hay nada malo que decir, todo lo contrario. Tampoco de la carta. Muestra la buena voluntad del Ayuntamiento de mejorar las cosas, y un gran trabajo y esfuerzo para llevar a cabo dicha “campaña publicitaria”.

Entonces, si todo es tan bonito, ¿dónde radica el problema?. Esto despertó las esperanzas de muchos que creyeron que algo había cambiado. La sorpresa fue que nuevamente nos habían engañado. Como todo en este Ayuntamiento, el principio es de cuento de hadas pero el final es el de una película de terror.

El problema es el cómo se gestionó la oficina del ARI.¿ Se dotó acaso de los recursos físicos y humanos suficientes para llevar adelante los expedientes abiertos, y cerrar otros que aún quedaban pendientes ?, ¿qué tipo de contratación tenía el personal que trabajaba en esta oficina?, ¿ podría un equipo de trabajo con contratos eventuales resolver los expedientes dentro de los plazos legales establecidos?. ¿qué sucedía con los expedientes de aquellos vecinos que habían solicitado la subvención?. ¿qué pasaba con sus licencias de obra?, ¿quién resolvía sus dudas y problemas cuando llegaban a la oficina y se percataban que no quedaba ni el gato, y los expedientes comenzaban a acumularse en las mesas ?, ¿ qué pasó con esas maravillosas subvenciones que nos ofrecían?

El cómo llevaron a la realidad palpable ese maravilloso panfleto publicitario fue el problema. La realidad supera con creces todo lo que aquí escribo. No había una oficina como tal. Había unas mesas que compartían espacio con urbanismo. No me voy ni a molestar en describirlo. Referente al personal, el inconveniente no era en principio la cualificación del mismo, sino su eventualidad. Era una oficina mágica, aparecía y desaparecía. Prefiero tomarlo con humor pero el asunto es serio,detrás de todo esto había ciudadanos desesperados por solucionar sus asuntos. Esto era inviable. ¿Qué fue entonces de aquellos expedientes?, ¿qué fue de las subvenciones tan maravillosas que ofrecían en su folleto?. Pues hubo de todo. Ya he aclarado al principio del texto que en ningún momento voy a hacer referencia a ningún caso particular, esos son simples cotilleos. Pero yo voy más allá. Qué fue del esfuerzo, tiempo y medios que invirtieron las personas para llevar adelante la oficina del ARI. El folleto, el redactarlo, imprimirlo y distribuirlo, son costes. Esos documentos que se apilan encima de las mesas, son horas de trabajo que se traducen en costes. Qué fue del tiempo y horas de trabajo que perdieron los ciudadanos para tramitar la documentación, en intentar solventar aquello que que cada uno tuviera en sus viviendas. Eso también son costes. Total que si sumamos todo y más, nos ha vuelto a salir carísimo. En otros términos, seguimos sin ser eficientes, ni productivos . Se repite, una y otra vez, parece un bucle. Se emprende cualquier proyecto, sin pensar que para realizarlo hacen falta medios, que se requiere de continuidad, de una labor de mantenimiento y vigilancia, del cumplimiento de la legislación en materia de urbanismo tanto en obra pública como en la privada. Si esto se hiciera así, los contribuyentes verían el fruto de sus impuestos.

Es evidente que se necesita una oficina dotada con los medios imprescindibles para que pueda funcionar, que los objetivos que debe cumplir el área de rehabilitación puedan ser viables, y no una misión imposible. Creo que el folleto no está mal,sinceramente lo digo. Que con lo que tenemos del PECH (mientras no hay otra cosa) podemos ir tirando. Tendremos que ser minimamente funcionales siempre y cuando nos movamos dentro de la legalidad, a la espera de tiempos mejores. Los ciudadanos necesitan arreglar sus casas, que se les tramite las licencias, que puedan beneficiarse de las subvenciones. Porque poseemos la titularidad de una propiedad que tiene unas características “especiales”,. Nuestras viviendas forman parte de la historia de Tui, el conjunto de nuestras casas forma parte del atractivo turístico de la ciudad, nuestras calles forman parte del Camino de Santiago, vivimos en una ciudad que tiene una ubicación estratégica , somos la puerta de entrada del resto de Europa a Portugal. Qué imagen estamos dispuestos a dar al resto , qué legado queremos dejar a los que vienen detrás .Creo que debe existir un obligación compartida en la conservación de aquello que somos herederos, si no queremos que dentro de no muchos años el atractivo turístico se convierta en la visita guiada a las ruinas de la muy noble ciudad de Tui.