Tráfico en el casco viejo (y III)

El aparcamiento en el casco antiguo genera multitud de problemas, nunca abordados con seriedad y rigor, cosa que, a estas alturas, ya a nadie extraña.
 Falta un plan que regule el tráfico y conjugue las necesidades de los residentes con las de una zona monumental que debería disfrutarse sin la presencia de vehículos, como sucede en cualquier lugar civilizado.
 Falta una alternativa al aparcamiento para estos residentes que no penalize la habitabilidad del casco.
 Faltan ideas para remozar plazas y espacios para niños y mayores, que libres del coche, disfruten de los beneficios de las áreas peatonales.
Falta, en pocas palabras, una idea clara sobre qué es calidad de vida y respeto por el patrimonio. Lo restante: vida comercial, beneficios del turismo, etc., vendrá por añadidura, con políticas municipales que se desprendan de un punto de partida sólido.
Faltan, en fin, y a los hechos nos remitimos, personas con la cualificación, responsabilidad y sensatez que puedan cambiar lo que tenemos y lo que no tenemos.

Hemos llegado a esto en el caos de aparcamiento del casco viejo : para evitar que se bloquee la entrada a nuestras casas (no hablamos de garajes ni vados), hay que recurrir a avisos como los de la imagen. Es  la desesperación y la impotencia ante tanto desatino.